Impostor

Luis,eres lo más deleznable que el periodismo ha dado en los últimos años. Y eso que te costó sacar el título...
Tú,que solo has estado lustroso cuando trabajabas para la "Conferencia Episcopal" y eras el adalid de los meapilas patrios. ¿Ya no te acuerdas? Debe ser el Alzheimer que no perdona...
Tú,que con tu sobrecogedor ingenio, dijiste que pondrías a Federico Jiménez Losantos en los altares y luego le pondrías una bomba a la vez que nos pedías que te arropáramos por los intentos de atentado que tuviste (¿montajes, quizás).
Tú, que siempre te has arrimado al sol que más calienta y has vivido con tu "Protagonistas" a cuestas, tiranizando al modo estalinista a aquellos de tu equipo que, o bien no comulgaban a pies juntillas con tus ideas o bien estaban lo suficientemente exprimidos por tus colmillos como para no poder sacarles más jugo.
Si la envidia fuese tiña, tú serías el anagrama de esa enfermedad.
Si hubiera que poner un ejemplo de trepa, estaría claro a quien recurrir.
Si tú algún día llegaras a conocer lo que es la libertad de expresión y la verdad, entonces yo llegaría a creer que el motor de agua es una realidad.
Si tú en vez de español furas iraquí, se habría comprobado que sí había armas de destrucción masiva en Irak.
Ahora sabemos que las hay en León.
Tú tienes cinco micrófonos de oro. A saber como te los dieron...
La verdad es que puedes metértelos por donde te quepan y luego seguir jugando el partido contra la droga.
Esa droga que persigues, aún siéndolo, es mucho menos dañina para la sociedad que tu lengua viperina y demagógica.
Y si quieres tiramos de hemeroteca o fonoteca de cuando estabas en la COPE...
Sigue con tu programilla de marras en tu emisora minoritaria y sobre todo,ten cuidado al estar delante del micrófono,de no morderte la lengua.
Te podrías envenenar y palmarla de forma fulgurante.
Yo (y muchos más) no lo íbamos a sentir.
Pero los progres de siempre te harían un monumento aprovechando uno de los caballos de los que han retirado de Franco tus amigos (amos)

CODA:
De los otros dos payasos, Buenafuente y Pablo Motos, no vamos a hablar.Si como humoristas no valen un chelín, logicamente no los vamos a catalogar como periodistas.
A ti tampoco.
Un saludo (puño en alto, por supuesto) y siegue lamiendo culos, larva de plumilla.