¿Bolonia?,no,gracias...
Soy formador de formadores y parto de un supuesto:
No creo en Bolonia.
¿Queremos pretender que nuestros estudiantes, que provienen de la LOGSE perversa y que genera un fracaso y un abandono atroz se integren en el tan cacareado Espacio europeo de educación superior?
Eso cuando la educación de base es inferior a la de la mayoría de los países en los que nos queremos poner el marchamo de "yo soy igual que tú y tengo los mismos derechos"
¿Pretendemos quizá que nuestros titulados bolonianos le disputen un puesto de trabajo a un alemán, a un francés, a un belga?
¡Anda ya!
Podríamos competir con los que vienen en patera, pero esos tienen más futuro que nuestros titulados con el top manta, y ese mercado lo tienen copado.
El resto, ya saben su menú:
Excreciones nasales al ast, esto es, a comerse los mocos.
Se están dando cursos, y a ellos acuden licenciados universitarios, de pastor.
¿Y queremos Bolonia?
El sistema educativo español es de los mas reprobales de Europa y mientras la política educativa siga así, no saldremos del atolladero.
Creemos que las tecnologías de la comunicación y la educación son la panacea y no contamos ni con la cultura (internet mola para los P2P, bajar pelis y música) ni con la infraestructura para aprovecharlas como es debido.
Ha habido una burbuja inmobiliaria.
Y ha explotado.
Estamos ante una burbuja tecnológica.
Y explotará.
Si no sabemos reconducirla...
entrada de lujaban a las
9:10 p. m.
2 comentarios:
No sé mucho del tema, pero sí te diré que me parece un disparate que mi mujer haya tenido que renunciar para no aburrirse de burocracia a intentar convalidar su título ruso de Licenciada en Económicas, mientras aquí se convalidan alegremente los títulos de latinoamérica, hasta en profesiones tan delicadas como la cirugía.
De hecho, un mes de agosto mi mujer fue a un dentista argentino que se anunciaba en las Páginas Amarillas, el único que estaba abierto en agosto en Murcia, y le hizo una carnicería tal que volvió a casa llorando y con moratones a ambos lados de la boca. 300 € y el empaste no le duró ni un mes. Luego conocimos a su enfermera, que era rusa y ni enfermera ni FP ni bachiller y nos dijo que una vez un paciente ucraniano bastante descontento acabó cogiendo al dentista del cuello... Mi mujer tuvo que espera a que volviera su dentista habitual, que tuvo que arreglarle la chapuza y se mostró alucinada con la carnicería, con la calidad de los materiales y con el hecho de que aficionados así puedan ejercer.
Y menos mal que este individuo no era neurocirujano, porque también le habrían convalidado el título con la misma facilidad. Pero no así las titulaciones rusas de ingeniería superior de mis suegros, parece que la ingeniería rusa no da el nivel en España.
En otra ocasión, acudimos al pediatra de urgencias del seguro privado, cuando aún podía pagármelo. El pediatra, que era un mejicano con muy mala leche, vamos, un pediatra con vocación, se mostró hasta molesto de que le hubiéramos llevado al niño. Decía que si el niño se encontraba mal era porque estaba contrariado por estar en una consulta médica en lugar de estar jugando en el parque. No le dió importancia a que le advirtiéramos que había estado con fiebre altísima mantenida durante varios días seguidos. Y como cuando lo llevamos estaba dopado con tanto antipirético, ni tenía fiebre, y el capullo del pediatra casi nos mete el termómetro en el ojo para mostrarnos que en ese momento no tenía fiebre, que nos equivocábamos. Al día siguiente fuimos a su pediatra habitual y el niño, que aún no tenía 2 años, ya tenía una neumonía en toda regla.
Me conoces bien y sabes que no es xenofobia, que médicos cafres los hay también salidos de nuestras facultades. Lo que denuncio es la arbitrariedad del sistema. Que mi mujer siendo rusa y teniendo carné de conducir ruso y habiendo conducido en España durante los seis primeros meses de estancia, porque le estaba permitido, se tenga que sacar después el carné de conducir, teórico y práctico. Digo yo que si el carné ruso era válido durante los seis primeros meses, no iba a olvidársele conducir a los seis meses y un día. En cambio a un rumano se lo convalidan automáticamente. Y cualquier titulado universitario latinoamericano puede homologar su título para dedicarse a algo tan delicado como la salud y a un ingeniero o un economista ruso lo aburren para que no convalide su título.
Así nos va.
Un saludo
¡Joer, qué tropa!
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