Revienta...

Uribechevarría Bolinaga es un asesino y un secuestrador. Como tal, se ha ganado a pulso el calificativo de hijo de la gran puta. Mató a tres guardias civiles y condenó a muerte a Ortega Lara. Ahora está reventando por un cáncer. Ahora pide dignidad. Pide salir de la cárcel. Sus compinches alimañas hacen un paripé de huelga de hambre a base de entrante, primero, segundo y postre para apoyar a la bestia amiga. Los médicos dicen que está en fase terminal. El gobierno (¿?) se acojona y le va a dar el tercer grado. El asesino puede durar entre nueve meses y un año. Como salga, va a ser un año de homenajes al valiente gudari y una exaltación del terrorismo tras otra. ¿Qué harán entonces? ¿Volver a detenerlo? Se están pillando los dedos los chicos de Mariano. Si está palmando, se le trata en el hospital. Que salga de la cárcel sí. Lo deseo. Pero con los pies por delante. Y después de pagar con dolor y sufrimiento todo el daño que ha hecho. Se lo ha ganado. A pulso...