El país de al lado...

Los chicos de ERC (EsasRatas Catalanas) han emitido su lotería de Nadal.

Pero no es la suya. Es la Lotería Nacional.

La nuestra, la de todos los españoles que, aunque no seamos ni minimamente ludópatas, jugamos algún decimito todas las Navidades, sabedores de que la diosa Fortuna es, como mucho, la benefactora de una marca de eso que lo mismo te mata que te deja impotente para los restos, y que no nos va a tocar ni por error.

Pero es tradición aquí. Independientemente de que haya dictaduras, dictablandas, GAles, años de bonanza o años de mangoneo de civilizaciones manchados de sangre.

Pero los chicos estos de Polonia (Catapolonia más bien), la hacen suya. Hasta ahí no estaría mal la cosa (relativamente hablando, entiéndaseme…).

Lo malo es que dicen (me ha costado Dios y Google traducir esa lengua patatera), que el sorteo se celebrará en "Madrid, capital del país vecino".

¡Hay que joderse! Pis y no gota.

Y para más INRI, el charnego orinable, se erige en portavoz de si mismo a la vez que necesita tomar clases de la lengua del país vecino al que nació para que los hijos de ese país, vecino al que nacieron, puedan entenderle.

Pues un año más, y ya van…, tomamos cumplida nota y cambiamos otra tradición de estas fechas.

El cava, para los del país de al lado. Que Valencia, Castilla León, Extremadura…, tienen unos espumosos que no envidian a nada al cava (cava tu fosa, que te va a hacer falta…)

Así es que ya sabéis, empezamos la campaña anticava.Y la extendemos a todos los productos catalanes (así les de una indigestión de butifarra y de fuet de Casa Torradillas...)

Reservar las botellas nacionales antes de que se acaben.

Y ojo, que algún espabiladillo catalán (la pela es la pela…), cuela sus caldos catalanes con etiquetas valencianas.

La prueba del nueve está en probarlo. Si te salen ronchas por todo el cuerpo, es cava: ¡Tíralo!

Y a falta de otra cosa con la que pasar los polvorones, compra lambrusco.

Italia es más agradecida que Polonia…