Lo merecemos...

En este país el número de gilipollas y de chupópteros aumenta proporcionalmente con la población y la inteligencia es inversamente proporcional al mismo factor.
Hay tanto imbécil por metro cuadrado que ya casi no caben.
Vamos a ver, aquí tenemos unos deportistas que son la creme de la creme.
Raúl Gónzalez Blanco se sale de las estadisticas, como jugador, como líder y como español.
Pepu Hernández se deja la piel dirigiendo a un plantel de estrellas a las que motiva al trescientos por cien y logra cotas en el baloncesto inimaginables hace poco.
La escuadra de la raqueta, liderada por Rafa Nadal hace que el himno nacional suene hasta en la conchinchina.
Y se podrían citar más ejemplos en otras disciplinas deportivas pero para mustra vale con tres botones.
Pero hete aquí que detrás de los buenos están los malos, malísimos, apoltronados y golfos que lo único que quieren es seguir chupando de la teta.
Y todo ello con la sombra de Jaimito Lizavesky, chupón donde los haya, flotando detrás.
A estos mangantes no los puede ver ni la madre que los alumbró, solo miran su provecho personal y les importa un huevo el deporte.
Son unos auténticos piratas.
Y a estos no se les persigue.
No se bajan música o películas de la red pero joden más: Bajan la moral de los deportistas y de los seguidores del deporte.
Hala, que vengan Teddy Flautista o Mamoncín a denunciarlos…
