El Estado en la cabeza...

Dicen que no se sabe si un gallego va o viene.
Hay muchos casos de gallegos sabios.
Y de gallegos menos sabios también.
Don Manoliño era un hombre brillante, con las ideas claras sobre España, fundó un partido y no le fue mal.
Tenía un cabezón donde cabía todo. Hablaba(y habla) a la velocidad que piensa y así es díficil entenderle.
Pero se juntó con malas compañías y eso, unido a los estragos de la edad, le ha dado malos resultados.
Quiso poner de jefa a la Tocino en vez de a Aznar. Menos mal que no fue así.
Y ahora (chochear no perdona a nadie) en vez de ser un tío al que le cabía el Estado en la cabeza, se le escapan las chorradas por todos los orificios del cuerpo.
Y dichoesto, notengomasqueñadir...
Hay muchos casos de gallegos sabios.
Y de gallegos menos sabios también.
Don Manoliño era un hombre brillante, con las ideas claras sobre España, fundó un partido y no le fue mal.
Tenía un cabezón donde cabía todo. Hablaba(y habla) a la velocidad que piensa y así es díficil entenderle.
Pero se juntó con malas compañías y eso, unido a los estragos de la edad, le ha dado malos resultados.
Quiso poner de jefa a la Tocino en vez de a Aznar. Menos mal que no fue así.
Y ahora (chochear no perdona a nadie) en vez de ser un tío al que le cabía el Estado en la cabeza, se le escapan las chorradas por todos los orificios del cuerpo.
Y dichoesto, notengomasqueñadir...
