Mariano, no te asombres si el 9-M pierdes (perdemos) las elecciones.
Para ganarlas hay que despertarse aunque sea lavándose la cara con agua helada, para salir del sopor.
Déjate ya de frasecitas fáciles y grandilocuentes, pon las razones encima de la mesa, marca un programa político claro y posible y quítate esos estúpidos complejos de niño de colegio de curas en los 40.
O pones toda la carne en el asador o te asan.
Que estos tíos lo son lo peor del mundo pero son listos y saben pegar dentelladas a la presa que flojea.
Déjate ya de más monsergas y pasa a ser una oposición real, oponiéndose al traidor y dejándonos claro a los españoles que nos ofreces.
Y si el líder eres tú, lo eres con todas las de la ley.
Y si eso conlleva darle una leche a Pollardón, pues dale dos, una de mi parte.
Y si levanta la voz, dale otra más y dile como el Rey a la bestia simia:
“Albertito, ¿Por qué no te callas?”
Mientras no pases a la acción el panorama está nubladito.
Así es que ya sabes…
A colocarse y al loro.
Y remedando al maestro Mingote en sus años de La Codorniz:
“Bombín es a bombón
Como cojín es a X
Y a mí me importa tres X
Lo que diga Gallardón”
